domingo, 23 de diciembre de 2012

Capítulo 2

De nuevo estoy aquí!  me tardé un poco porque la navidad me trae como loca. Lo siento si está muy corto pero he estado ocupada y no he tenido mucho tiempo de escribir. Sin más, les deseo una Feliz Navidad! que se la pasen muy bien con todos sus seres queridos y coman pavo por mi! El capítulo 3 lo tendrán pronto....
¡ están listos por que, que mejor regalo que el capitulo 2! Jajaja ok dejaré de bromear! :D 



                 2-VOLVISTE.

Vaya qué me equivoqué. 
Ese día el sol brillaba con mucha intensidad. Cuando los fuertes rayos entraron por mi ventana, no logré volver a conciliar la tranquilidad, pese a que desde que mis  constantes pesadillas me despertaran en la madrugada, he estado buscando el sueño sin mucho éxito.
Desperté sintiéndome  fatal, como siempre. Cuando llegué aquí, al Distrito 12, me mantuve encerrada dentro de la casa, sin salir del área de la cocina y mi habitación, así permanecí el resto de los días.
Sae viene siempre a la hora de desayunar y de comer, dice que si fuera por mí ya me habría matado de hambre. Sólo prepara la comida y se va, a veces su nieta viene también con ella. No sé cómo se lo agradeceré. Odio deberle favores a la gente.
Bajé. Sin mucho entusiasmo entré en la cocina y me senté en la mesa. Efectivamente, Sae ya estaba ahí, puso un plato de comida enfrente de mí.
-Buenos días, Katniss- dijo pero como no contesté se volvió hacia la estufa.
-Hoy el día es hermoso,  deberías de salir a tomar algo de aire fresco y que el sol te dé en la cara, o vete al bosque- sugirió todavía con la mirada en la estufa.
Sigo sin decir nada, simplemente no tengo ganas de pelar, no tengo ganas de nada. No sé por qué pero su comentario me molesta.
-Ya terminé- digo con voz dura dejando el plato vació en el fregadero.
Subo corriendo a mi cuarto, a pesar de los llamados de Sae, entro dando un portazo bastante fuerte.
Voy al baño y abro el grifo del agua caliente, cuando la bañera ya está llena y tibia me sumerjo en ella. Parece que dentro del agua, mis problemas se quedan flotando en la superficie mientras yo me voy hundiendo cada vez más. Tranquila, en el calor de la bañera me doy cuenta que fui dura con Sae, tal vez saliendo le pida disculpas.
Me enredo con la toalla; salgo del baño; me visto; y me desenredo y trenzo el cabello. Salto hacia  la cama al darme cuenta de lo cansada y desvelada que estaba por estar despierta toda la noche anterior, quién sabe como le hago pero a los 5 minutos los parpados me pesan hasta que se quedan cerrados.


¡CRASH! Sobresaltada, oí un ruido incesante de palazos que me despertó. Alguien esta cavando en mi jardín, pero no sé me ocurre quién.
¡CRASH! Otro palazo. De nuevo me salta la pregunta a la cabeza ¿Quién será? 
Bajé las escaleras tan deprisa, que casi me caigo. Suerte la mía de que me agarré del respaldo de una silla que andaba por ahí,  si no hubiera acabado en el suelo. Al llegar  a la puerta tomo la manija y la abro lentamente.
Salgo un poco, aunque no alejándome tanto de la puerta por si tengo que salir corriendo para  ir a esconderme debajo de las cobijas de mi cama en caso de que los recuerdos se disparasen como una bala llenándome los ojos de dolorosas lágrimas
Una luz blanca me ciega, tardo en acostumbrarme a ella, después de parpadear un par de veces. Desorientada, observo una figura que se vuelve cada vez más nítida hasta que reconozco a la  persona frente mio, que se me haría imposible no saber quién es aunque estuviera a un kilómetro de distancia. Sus ojos azules de él brillan con el sol; les echo un vistazo rápido, temiendo encontrarlos llenos de rabia y odio como esperaba que estuviesen. Suelto aire al notar que resalta una vitalidad y firmeza en ellos. Sus rizos rubios le caen sobre su frente y está un poco rojo por estar cavando tanto tiempo debajo del sol. Se ve como antes, pero¿En realidad será él mismo de antes? Genial, otra pregunta que me rondará todo el día en la cabeza.
Mi mano se cierra en un puño al sentir una sorpresiva oleada de calor que me recorre al volverlo a ver.
 Siento la necesidad de decirle le he echado tanto de menos, quiero decirle que las noches han sido terribles si no esta a mi lado, decirle que necesito que venga y me ayude a salir de la tristeza, que me vuelva a tomar en sus brazos para por fin sentirme a salvo. Mil palabras se me pasan en la cabeza, a pesar de eso, solo una palabra sale de mi cerrada y ronca garganta:
-Volviste.
Trago saliva al darme cuenta de que mi voz se crispó en un tono de...¿emoción?¿sorpresa?¿felicidad?
¿De verdad lo he extrañado tanto? No me lo creo.
Curva los labios formando una pequeña sonrisa, dejándome ver los perfectos dientes blancos de Peeta.






4 comentarios:

  1. que lindooo, voy a seguir poniendome al día con tu historioa, ya estoy pegada :D

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  2. me encanta tu historia soy nueva lectora hhehehe, escribes muy bien

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    1. Muchas gracias por leer.
      Que bueno que te haya gustado mi historia me has sacado una sonrisa!
      :D <3 :-*
      un beso!

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  3. Apenas encontre tu historia esta muy bonita...

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